Mi mamá es una de las personas más influyentes en mi vida. Ella me enseño muchas lecciones valiosas que han marcado mi existencia. Creo que las lecciones que cada mamá invierte en sus hijos van a impactar el futuro de su niño o niña.
Ahora que yo ya he madurado me doy cuenta que todas las cosas que mi mamá me enseñó han creado quien soy, mi carácter y mi identidad.
Es por eso que a propósito de este Día de la Madre quiero compartir contigo 5 de esas lecciones que yo he aprendido de ella y tal vez tú te puedas identificar con estas enseñanzas.
1- Me enseñó cómo tomar riesgos calculados.
Cuando yo era niño y estaba aprendiendo a usar la bicicleta a veces quería ir muy rápido porque creía que ya sabía cómo usarla. Pero mi mamá muy sabiamente primero me enseñó a andar en un triciclo y después en una bicicleta con esas pequeñas llantas a los lados que ayudaban a que no me cayera. Luego de que me caí unas cuantas veces fui aprendiendo a tomar riesgos y perder el temor. Eventualmente aprendí a montar la bicicleta.
En esa lección tan sencilla mi mamá me enseñó a tomar riesgos calculados. Pude así entender que en mi vida no voy a saber hacer todas las cosas, sino que tengo que aprender y poco a poco incrementar mi capacidad.
2- Me enseñó cómo ser un buen guía para otras personas.
Esto me sirve de mucho ahora que estoy guiando y liderado a otros líderes. Me acuerdo de la paciencia que tuvo mi mamá cada vez que yo fracasé, que fallé o que no hice lo correcto. Mi mamá tuvo paciencia y fue fiel para estar conmigo en esos momentos y no darse por vencida.
Ahora más que nunca me doy cuenta que para formar y desarrollar líderes necesitamos ser pacientes y funcionar como guías. Enseñarle a los que nos siguen, guiarlos hacia el siguiente paso y eso hace a un líder ser efectivo. Esa lección también la aprendí de mi mamá.
3- Me enseñó como establecer las prioridades de la vida.
Cuando yo quería salir a jugar antes de hacer mi tarea mi mamá siempre me preguntaba: “¿ya terminaste la tarea?” Y esas eran prioridades porque obviamente sabemos que la educación es más importante que el juego. Ya cuando fui grande aprendí a diferenciar mejor las verdaderas prioridades de la vida.
4- Me enseñó cómo aplicar mis convicciones en mi diario vivir.
Estoy muy agradecido con mi mamá que cada mañana y cada noche nos animaba a buscar a Dios, a leer la Biblia, a orar. Esas convicciones que estaban basadas en la Biblia por medio de Jesús, ella me enseñó cómo aplicarlas a mi vida cotidiana. Ella se tomó el tiempo para explicarme que mi fe iba a formar mi vivir. Como líderes sabemos que nuestras convicciones deben ser aplicadas a nuestro diario vivir.
5- Me enseñó a cuidar quienes son mis amigos.
Ella me enseñó que las amistades son muy importantes.
Mi mama me crio, ha sufrido conmigo, ha celebrado mis logros, ha afirmado mi identidad y ha sido fiel en caminar conmigo. Como líder, estas lecciones las tengo presentes y ahora tengo la oportunidad de trasmitirlas a otros.
Quizás tú eres una madre soltera y te sientes cansada y frustrada de criar a tus hijos. Tal vez estás a punto de darte por vencida. Déjame decirte que esa fidelidad hacia tus hijos -que sólo se puede obtener a través de una relación con Dios- tarde o temprano van a formar el carácter de ellos. Tal vez sin darte cuenta estás formado al próximo líder que va a cambiar al mundo.
Muchas veces el trabajo de mamá es menospreciado porque no está bajo una organización legal o no tiene una descripción de posición laboral y no se les paga. Pero la verdad es que el rol de madre es de las funciones más importantes en una sociedad.
Hoy en el Día de la Madre celebro a mi mamá y a todas las mamás y les animo a seguir adelante.
Si eres madre, recuerda: ¡estas formando a un líder del futuro!